Este apartado describe, a partir del conocimiento y experiencia del personal de cada unidad de atención de Centros de Integración Juvenil (CIJ) del estado de Chiapas, la capacidad de respuesta institucional y organizacional ante el uso de sustancias y los trastornos de salud mental mediante un recuento de los recursos y programas dedicados a la atención de esta problemática, a fin de identificar las acciones que se han llevado a cabo en materia de salud, educación, empleo; en los contextos social y comunitario, partiendo del conocimiento de las políticas y estrategias en desarrollo, y de la identificación de necesidades y oportunidades de colaboración interinstitucional e intersectorial.
En el estado de Chiapas, la atención de las adicciones por parte de CIJ está a cargo de tres unidades operativas: CIJ Tapachula (municipio de Tapachula), CIJ Tuxtla Gutiérrez (Municipio de Tuxtla Gutiérrez) y CIJ Centro de Día Ixvalanqué (Municipio de Tuxtla Gutiérrez) que cuentan con un equipo multidisciplinario de especialistas que incorporan la participación de personas, agrupaciones y redes comunitarias socialmente comprometidas con la promoción de estilos de vida saludable. Sus actividades se enfocan en diversas áreas clave: salud, consumo de sustancias, educación, ámbito laboral, integración social, recreación y prevención de la violencia.
Para enfrentar el consumo de Tabaco, Alcohol, Drogas y Problemas de salud mental en el estado de Chiapas, se ha implementado una serie de políticas, estrategias y programas en colaboración con diversas instituciones, con la finalidad de brindar atención a los problemas asociados al consumo de sustancias y la promoción de la salud mental.
Entre las acciones desarrolladas por los CIJ en Chiapas, destacan los programas de capacitación continúa dirigidos al personal médico y a profesionales de la salud mental, así como cursos y talleres enfocados en la prevención y promoción de la salud mental, el tratamiento de las adicciones y los procedimientos de referencia y contrarreferencia para una atención integral de los casos. Además, el Programa de Tratamiento con Calidad, Calidez y Enfoque Interdisciplinario ofrece atención mediante intervenciones tempranas, consulta externa básica e intensiva, a través de los Centros de Día. También se ha promovido la participación en pláticas y webinarios institucionales sobre salud mental y adicciones, con el fin de fortalecer estilos de vida saludables en la población atendida.
En el ámbito de la salud, los CIJ colaboran con diversas instituciones, entre ellas la Comisión Estatal de Salud Mental y Adicciones y los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones (CECOSAMA) de la Secretaría de Salud de Chiapas. También participan instituciones del sector salud como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), IMSS-Bienestar, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Chiapas (ISSTECH), el Hospital General "Dr. Gilberto Gómez Maza", los Centros de Prevención y Tratamiento en Adicciones de la Fiscalía General del Estado (CENTRA), la Clínica de Emergencias Mentales para Adolescentes (EMA) y el Observatorio de Salud Mental y Adicciones.
Uno de los programas más innovadores implementados en conjunto con estas instituciones es el mecanismo de intervención para la prevención del suicidio, en el cual el Observatorio de Salud Mental y Adicciones actúa como un sistema de alerta temprana respecto al estado de la salud mental y el consumo de sustancias psicoactivas en la entidad. Además, la conformación de los Comités de Jóvenes en Alerta en los Colegios de Bachilleres aporta en la prevención del suicidio en estudiantes del nivel medio superior.
Gracias a estos esfuerzos en conjunto, se brinda atención médica, psicológica, preventiva e interdisciplinaria en la entidad para un mayor beneficio de la sociedad en materia de salud y bienestar mental.
Con relación a los servicios para la atención del consumo de sustancias, en el estado de Chiapas existen 1160 unidades de atención para el consumo de sustancias, que incluyen ocho Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones (CECOSAMA), y tres unidades de prevención y tratamiento de CIJ ubicadas en los municipios de Tapachula y Tuxtla Gutiérrez. De acuerdo con el directorio de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, A.C., en el Estado sesionan 1139 grupos de Alcohólicos Anónimos y existen 10 establecimientos residenciales certificados por la entonces Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC), ahora Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA) que atienden adicciones con modelos profesionales, mixtos y de ayuda mutua (CIJ, 2024g).
Los CIJ del estado de Chiapas colaboran con diversos organismos, instituciones y organizaciones con el propósito de compartir conocimientos, estrategias y recursos tecnológicos orientados a la prevención de las adicciones. En conjunto con el Ayuntamiento Municipal de Tuxtla Gutiérrez, los Centros para la Prevención y Tratamiento en Adicciones (CENTRA), los Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA), grupos de ayuda mutua como Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos, así como la implementación del programa Clubes por la Paz, se han desarrollado e implementado conferencias, talleres psicoeducativos y actividades comunitarias. Estas acciones buscan incrementar la percepción del riesgo asociado al consumo de sustancias, fomentar estilos de vida saludables y prevenir conductas de riesgo en la población.
Asimismo, la colaboración con instituciones del sector salud ha permitido establecer un efectivo procedimiento de referencia y contrarreferencia de casos relacionados con problemas de salud mental y consumo de sustancias. Esto ha facilitado un modelo de intervención temprana que abarca desde estrategias preventivas hasta la atención especializada e interinstitucional. A través de los procesos de vinculación, se brinda un tratamiento integral tanto a los pacientes como a sus familias.
Este modelo de trabajo colaborativo ha generado un impacto positivo en las instituciones de salud, al promover una mayor cobertura de atención, mejorar la adherencia terapéutica de los pacientes y fortalecer las redes de apoyo en la comunidad.
En el ámbito educativo, se han desarrollado programas preventivos que permiten llegar a un mayor número de escuelas en toda la entidad. A través de la implementación del programa "Estrategia en el Aula", se ha capacitado a docentes en la identificación temprana de factores de riesgo relacionados con el consumo de sustancias. La "Escuela para Padres", tiene como objetivo sensibilizar a madres, padres y tutores en temas clave como la violencia intrafamiliar, la salud mental y el consumo de alcohol, promoviendo una cultura de prevención desde el hogar.
La coordinación interinstitucional ha sido un eje fundamental de la estrategia estatal. En este sentido, la organización de Jornadas Nacionales Preventivas en colaboración con instituciones de educación media superior, como el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) y la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial y de Servicios (DGETI), ha permitido ampliar la cobertura de las acciones preventivas. Estas jornadas han incorporado actividades dirigidas a estudiantes, docentes y padres de familia.
La seguridad dentro de las instituciones educativas también ha sido objeto de atención prioritaria. Bajo esta premisa, se han fortalecido los vínculos entre las autoridades educativas y de seguridad pública, impulsado acciones como el Operativo Mochila. Esta intervención, que cuenta con la participación de las escuelas y de las asociaciones de madres y padres de familia, combina actividades informativas con revisiones físicas supervisadas, en un marco de respeto a los derechos humanos. También se han establecido compromisos entre la Secretaría de Educación y otras dependencias estatales para promover actividades conjuntas en materia de prevención de adicciones y promoción de la salud mental.
En términos de logros, se ha observado mayor apertura de los espacios educativos para la implementación de estrategias preventivas, así como una actitud más proactiva por parte del personal docente en la detección de casos de riesgo. Esto ha facilitado una mejor respuesta de las familias ante la necesidad de atención y rehabilitación.
Las estrategias implementadas reflejan un compromiso sólido de las autoridades y de las instituciones participantes por promover entornos educativos seguros, saludables y preventivos. El fortalecimiento de los vínculos interinstitucionales, la participación de la comunidad y la mejora continua de las capacidades técnicas son elementos clave que permitirán avanzar hacia una atención más integral, inclusiva y eficaz.
En el estado se ha desarrollado una estrategia integral y coordinada para atender el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, así como los problemas relacionados con la salud mental, particularmente en el ámbito laboral. Esta respuesta se ha estructurado mediante políticas públicas y acciones interinstitucionales con enfoque preventivo y de tratamiento, promoviendo la participación de los sectores público y privado en distintas regiones de la entidad.
Una de las estrategias más relevantes ha sido la capacitación continúa dirigida al personal de bares, restaurantes y centros de entretenimiento. Estas capacitaciones, realizadas bajo el programa "¿Y tú qué sabes de adicciones?", se han llevado a cabo en colaboración con autoridades municipales, fortaleciendo la sensibilización del personal sobre los riesgos del consumo de sustancias psicoactivas y su impacto en los espacios laborales. Asimismo, se ha mantenido un vínculo activo con organizaciones sindicales como la CROC, a través de la cual se han realizado Jornadas Nacionales Preventivas que incluyen acciones en materia de adicciones y promoción del bienestar mental.
A nivel estatal, se ha trabajado en estrecha coordinación con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para establecer acuerdos que faciliten la realización de cursos de capacitación y talleres orientados a promover ambientes laborales libres de adicciones. Esta colaboración ha permitido el desarrollo de un proyecto preventivo laboral que ha sido implementado en centros de trabajo de gran impacto como Walmart, OXXO, Soriana e Infonavit, generando conciencia entre los empleados y fortaleciendo sus habilidades para identificar y prevenir factores de riesgo.
La participación de personas voluntarias de CIJ ha sido reconocida como una herramienta estratégica para replicar el mensaje preventivo y para apoyar actividades comunitarias y educativas. Para garantizar la calidad de esta participación, se han desarrollado webinarios y recursos de formación continua que contribuyen al bienestar integral del voluntariado. Además, se ha puesto a disposición del público una amplia oferta educativa en salud mental, adicciones y violencia, incluyendo cursos autogestivos, diplomados y programas de posgrado, que han permitido profesionalizar la intervención preventiva en los espacios laborales.
Los programas implementados han contado con la participación del Instituto Mexicano del Seguro Social, particularmente a través de los Servicios de Prevención y Promoción de la Salud para los Trabajadores (SPPST), así como con el apoyo de diversas empresas y organismos públicos que han abierto sus puertas para recibir capacitaciones y talleres. También se ha involucrado al Instituto de Formación Policial, que ha ofrecido espacios de reflexión dirigidos a servidores públicos sobre la prevención de la violencia familiar y de género, temática estrechamente vinculada con la salud mental y el consumo de sustancias.
Entre los principales logros institucionales destaca el fortalecimiento de los vínculos con organizaciones sindicales y autoridades laborales, lo que ha permitido ampliar significativamente la cobertura de las acciones preventivas. La realización de jornadas nacionales en municipios clave como Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, Cintalapa y Terán es muestra del compromiso por mantener una presencia activa en los entornos laborales de toda la entidad. A través de estas acciones se ha logrado no solo sensibilizar a los trabajadores, sino también atender casos que requieren tratamiento, lo que refleja un enfoque integral de prevención y atención.
En el estado se han desarrollado múltiples acciones dirigidas a enfrentar el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, así como los problemas relacionados con la salud mental, desde un enfoque social que combina estrategias preventivas, de promoción de la salud y de atención directa. Esta respuesta se ha implementado a través de esfuerzos articulados entre instituciones gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil, redes comunitarias y voluntariado profesional, consolidando una base intersectorial que fortalece el trabajo territorial y favorece el acceso a servicios en poblaciones diversas.
El proyecto "Clubes por la Paz", ha facilitado la promoción del cuidado de la salud mental y el fortalecimiento de habilidades psicosociales para el afrontamiento de riesgos asociados al consumo de sustancias. Esta iniciativa ha fomentado la participación ciudadana mediante actividades recreativas, formativas y culturales, generando entornos de protección y convivencia pacífica.
A nivel comunitario, se ha logrado una importante vinculación con grupos de autoayuda y centros comunitarios, lo que ha permitido diversificar las formas de intervención y ampliar la cobertura a sectores vulnerables, incluyendo a niñas, niños, mujeres y personas migrantes. El trabajo conjunto con organizaciones no gubernamentales ha sido clave para el desarrollo de estrategias con enfoque de derechos humanos, particularmente en contextos de alta movilidad o marginación. Asimismo, el programa de voluntariado, acompañado por profesionales de la salud, ha contribuido significativamente a la promoción de la salud mental, la prevención del consumo de sustancias y la atención inicial en contextos de riesgo.
En el marco de estas acciones, también se han establecido acuerdos estratégicos con instituciones como el Sistema DIF estatal, el Instituto del Deporte y la Juventud y distintas instancias municipales, permitiendo así coordinar actividades preventivas y formativas dirigidas a diversos grupos poblacionales. Un ejemplo destacado es la colaboración con los Centros de Desarrollo Comunitario, donde se han implementado acciones específicas para la promoción de la salud mental en mujeres, niñas y niños, integrando enfoques psicoeducativos y comunitarios que fortalecen las redes de protección.
Desde una perspectiva institucional, se han logrado importantes avances en el uso de herramientas diagnósticas como los micrositios de autodiagnóstico en salud mental y adicciones, los cuales permiten a los usuarios identificar señales de riesgo y buscar atención de manera oportuna. Además, se ha promovido la participación activa de familiares y redes de apoyo en los procesos de tratamiento, reconociendo el papel fundamental que tienen estos vínculos en la recuperación de las personas.
En el marco de la atención integral al consumo de sustancias adictivas y los problemas de salud mental, el estado ha consolidado una serie de estrategias con enfoque recreativo, dirigidas tanto a la prevención como el tratamiento. Uno de los logros más significativos ha sido la recuperación y rehabilitación de espacios públicos, una medida que ha permitido fomentar la convivencia familiar, el ejercicio físico y la integración comunitaria. A través de programas como "Parque Seguro", se ha trabajado en el rescate de luminarias y la reforestación de áreas verdes, generando entornos propicios para la recreación y el esparcimiento.
En el mismo sentido, se ha fortalecido la articulación con instituciones estatales como el Instituto del Deporte y la Juventud (INDEPORTE e INJUVE), mediante acuerdos que han permitido la implementación de actividades conjuntas centradas en la promoción de la salud mental, el desarrollo de habilidades psicosociales y la prevención del consumo de sustancias. Estas alianzas han dado pie a eventos deportivos, talleres, campañas lúdicas y espacios formativos, orientados especialmente a niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
Una estrategia central que ha articulado las acciones recreativas con los objetivos preventivos ha sido la implementación de la Estrategia Nacional para la Prevención de las Adicciones (ENPA) a través de los Clubes por la Paz. Esta iniciativa ha brindado alternativas de ocupación del tiempo libre que promueven vínculos afectivos saludables, estilos de vida sostenibles y prácticas cotidianas libres de violencia y consumo de sustancias. Talleres de ajedrez, manualidades, actividades culturales y dinámicas recreativas han sido parte de la oferta dirigida a diversos sectores, desde la infancia hasta la adultez mayor.
La respuesta institucional también se ha caracterizado por el establecimiento de acuerdos con instancias municipales y estatales para desarrollar acciones recreativas de manera coordinada. Por ejemplo, se ha logrado integrar la promoción del deporte, el cuidado del medio ambiente y la formación en valores comunitarios en centros como los CEDECO del DIF Municipal y Estatal.
La respuesta institucional en la atención de los problemas que provienen de la violencia se ha priorizado el enfoque de género, el fortalecimiento de capacidades comunitarias y la consolidación de redes interinstitucionales, con el objetivo de generar entornos seguros, protectores y con acceso a servicios especializados.
Se han implementado políticas y estrategias orientadas a brindar atención y acompañamiento a mujeres víctimas de violencia. A nivel estatal, las acciones del Centro de Justicia para las Mujeres (CEJUM) junto con CIJ, ofrecen atención psicológica, médica, jurídica y social a mujeres, niñas y niños víctimas de violencia de género, todo bajo un modelo de atención integral y centrado en los derechos humanos.
Asimismo, se han promovido espacios de formación comunitaria mediante pláticas, conferencias y talleres psicoeducativos en los que se abordan los distintos tipos de violencia, se fomenta el empoderamiento de las mujeres y se fortalecen habilidades para el autocuidado emocional. Estas acciones se han ejecutado con una perspectiva de género y han permitido avanzar en la prevención tanto de la violencia familiar como del consumo problemático de alcohol, mediante grupos de reflexión y estrategias de sensibilización.
Las instituciones también han desplegado acciones formativas dirigidas al personal de seguridad pública y servidores públicos, como los talleres realizados por institutos de formación policial y fiscalías especializadas. Estos espacios han promovido una comprensión profunda del fenómeno de la violencia familiar y de género, dotando de herramientas a quienes están en primera línea de atención, lo que ha contribuido a una mejor detección y canalización de casos.
Por otro lado, se ha consolidado la colaboración con organizaciones de la sociedad civil, instituciones de seguridad social y organismos internacionales, ampliando así el alcance de los servicios de atención en salud mental y prevención de adicciones. Destaca la coordinación con módulos de atención inmediata para mujeres en situación de riesgo, así como con organismos no gubernamentales que impulsan el desarrollo personal y social de mujeres mediante intervenciones comunitarias. Estas alianzas han permitido integrar autodiagnósticos, acompañamiento psicológico, actividades de promoción de la salud y servicios de tratamiento, garantizando un abordaje integral del problema.
Entre los principales logros de la respuesta institucional se encuentra la vinculación con los Centros de Desarrollo Comunitario (CEDECO) y la Secretaría de Igualdad de la Mujer, lo que ha fortalecido la promoción de pláticas preventivas contra la violencia y ha permitido ampliar el alcance de las intervenciones. Además, la incorporación del enfoque de género en las actividades desarrolladas, refleja una atención más sensible y adecuada a las necesidades específicas de mujeres, adolescentes y niñas en situación de vulnerabilidad.